El «Gran Reinicio» es el nombre de una iniciativa del Foro Económico Mundial que pretendía repensar el modelo económico capitalista una vez superados los estragos provocados por la pandemia. La realidad es que a la crisis sanitaria se han sumado una crisis de deuda y una crisis inflacionaria que nos han situado al borde de la recesión.
En el contexto actual, el «gran reinicio del capitalismo» que reclamaba este organismo internacional se hace más necesario que nunca. Repasamos algunos conceptos clave para entender cómo hemos llegado a una situación próxima al colapso y qué factores condicionarán el futuro próximo de la economía.
Asia
El eje de la economía global se está desplazando de Europa y los Estados Unidos hacia Asia. Según un estudio de la consultora McKinsey, en el año 2040 el continente asiático supondrá más de la mitad del producto interior bruto mundial y un 40 % del consumo. La pérdida de protagonismo de Europa es evidente y el FMI prevé que al menos la mitad de los países de la eurozona entrarán en recesión en los próximos meses.
Cambio climático
El calentamiento global ha obligado a dejar atrás la idea de un crecimiento ilimitado a costa de agotar los recursos naturales y ha dado paso a la idea de la economía circular, con oportunidades en el campo de la economía «verde». Como ha puesto de manifiesto la COP27, ahora falta definir hasta qué punto los países industrializados asumirán el coste económico del cambio climático que han generado y qué medidas están dispuestos a adoptar para mentir el calentamiento en un contexto de crisis económica.
Descentralización
Las nuevas tecnologías están permitiendo la aparición de productos y servicios que escapan al control de los Estados y las grandes corporaciones. Como apuntaba James Sène, presidente de 11Onze, en una sesión de Fintech Talks, nos encontramos ante una «transición del modelo antiguo, totalmente dominado por unos pocos, a un nuevo modelo que llega a más gente y está descentralizado». La descentralización de la creación monetaria, por ejemplo, ha sido uno de los grandes pilares de las criptomonedas.
Desigualdad
Los datos del informe «World Inequality Report 2022» muestran que el 10 % de la población más rica del planeta ha acumulado desde mediados de los años noventa el 76 % de la riqueza generada en el mundo. De hecho, el 38 % se concentró en las manos del 1 % de la población mundial. Y la mitad de la población más pobre se ha tenido que conformar con las gargantas: el 2% de la riqueza generada durante estas últimas décadas. Por desgracia, esta brecha entre los superricos y el común de los mortales no ha hecho más que ensancharse durante la pandemia. Y los expertos coinciden en que esta creciente desigualdad supone un freno para el desarrollo económico mundial.
Deuda pública
La deuda pública en el mundo se ha disparado en los últimos años y limita el crecimiento económico. Aunque el límite que establece el Tratado de Maastricht para los Estados de la Unión Europea es del 60 % de su PIB, el conjunto de países de la zona euro ya lleva más de un año por encima del 100 %, según datos de Eurostat. La situación fuera de Europa no es mejor, ya que el Fondo Monetario Internacional estima que, a finales de 2021, la deuda pública global también representaba el 100 % del PIB mundial. Además, los niveles de deuda podrían empeorar si la crisis se acentúa.
Estagflación
Desde marzo de 2021, los precios han subido con fuerza y de forma casi ininterrumpida. La inflación en Cataluña, que llegó a superar en verano el 10 % interanual, se situó en octubre cerca del 7 %. La situación más allá de nuestras fronteras no es mejor, ya que la inflación de este mismo mes en el conjunto de la zona euro llegó al 10,7 %. Se espera que las sucesivas subidas de los tipos de interés contribuyan a controlar unos niveles de inflación desconocidos desde los años ochenta del siglo pasado. El precio a pagar será un mayor estancamiento de la economía, que llevará a la recesión de las grandes economías.
Impresión de moneda fiat
Se estima que el total de dinero en circulación en el mundo, incluyendo billetes, monedas, cheques y pagarés, supera los 60 billones de euros. El problema es que una parte considerable de estos billetes se han puesto en circulación en los últimos años. Por ejemplo, sólo en el año 2020 la oferta monetaria de Estados Unidos aumentó un 24 %. La mayoría de los bancos centrales se han dedicado a imprimir moneda para hacer frente a una deuda pública galopante. Y este aumento de moneda fiat ha sido el principal responsable de la actual inflación.
Monedas digitales
Ante el avance de las criptodivisas, que plantean un modelo monetario totalmente descentralizado, los Estados trabajan a contrarreloj en el desarrollo de monedas digitales controladas por los bancos centrales (CBDC) para mantener un sistema financiero centralizado. En China, más de 260 millones de personas ya han utilizado el yuan digital (e-CNY). En Europa, la Comisión Europea prevé que la regulación sobre el euro digital esté lista a principios de 2023 y que esta moneda digital entre en funcionamiento en el año 2025. El objetivo en un primer momento es que el euro digital, gestionado y supervisado por el Banco Central Europeo, no sustituya el dinero en efectivo, sino que los complemente.
Poder corporativo
Las grandes multinacionales tienen un poder creciente frente a la menguante capacidad de influencia de los Estados. Muchas de estas corporaciones supervisan enormes cadenas de suministro, venden sus productos en todo el mundo y tienen unos ingresos superiores a los de muchos gobiernos. De hecho, si fuera un país, Walmart sería el décimo por nivel de ingresos. La globalización ha ninguneado las relaciones de poder y en muchos casos las grandes corporaciones se permiten eludir el pago de impuestos con total impunidad.
Suscripción
Como señalo en varios artículos, está surgiendo un nuevo modelo mutualista, más comunitario y basado en la compartición de bienes y servicios, como alternativa al modelo de compra y uso individual. En los modelos de negocio de suscripción cada cliente paga cuotas que le permiten el acceso prolongado a un bien o servicio en lugar de realizar un gran pago de antemano por poseer este bien o servicio. Este modelo de negocio cada vez es más frecuente en la industria informática, del entretenimiento o de la automoción.
Tipos de interés crecientes
Después de 11 años sin aumentos, el Banco Central Europeo inició en julio la escalada de los tipos de interés en Europa. De momento, ya han llegado al 2 % y la previsión es que continúen incrementándose en los próximos meses para enfriar aún más la economía y frenar la inflación. El BCE se ha alineado con la mayoría de bancos centrales del mundo, que también están incrementando sus tasas de interés para combatir la escalada de precios. Esta medida repercutirá directamente en el bolsillo de muchos ciudadanos, ya que las cuotas de las hipotecas y de los préstamos con interés variable resultarán cada vez más elevadas.
Virtualidad
No vivimos en un mundo virtual, pero sí virtualizado, ya que «lo que pasa en el mundo digital tiene un impacto real en nuestra vida», como advertía James Sène en una sesión sobre la actual situación económica. En este sentido, el presidente de 11Once vaticinaba que el metaverso, cuya economía depende de la autenticación de las propiedades digitales, jugará un papel clave a la hora de digitalizar nuestras identidades.